El Reiki tiene una característica fundamental, que lo diferencia de otros sistemas o métodos de armonización. Es, su simplicidad.
Se puede comparar el aprendizaje del Reiki con manejar una bicicleta, cualquier persona puede hacerlo sin importar sus antecedentes, creencias o forma de vida.
Todo lo que se necesita para activar el flujo de Reiki es, la Intención.
Una persona que ha sido sintonizada o iniciada en Reiki, no pierde su capacidad de hacerlo en el tiempo, es decir, la facultad de armonizar permanece en el iniciado y podrá hacer uso de esta facultad cuando así lo requiera.
A diferencia de otros sistemas, el hacer Reiki no disminuye tu energía, debido a que esta fluye a través de ti y no desde ti. Al fluir por tu cuerpo, también te beneficiarás de ello, pero queda claro que “no es tu energía la que fluye”.
El Reiki es adaptable a cualquier religión o sistema de creencia espiritual, aun en la ausencia de creencias religiosas.
Cada persona tiene el Reiki dentro de sí. El proceso de sintonía, simplemente activa esta facultad despertando esa capacidad que se encontraba dormida en la persona. La iniciación es una forma más de hacer que la persona se dé cuenta de algo que había olvidado, pero que le pertenece como a todos los seres y que puede utilizarlo.
El Reiki a su vez promueve un desarrollo trascendente en la persona, puesto que al canalizar esta energía de vida, vas purificándote a todo nivel, armonizando de esta manera todo tu ser.
El Reiki es comúnmente utilizado para equilibrar y sanar los distintos aspectos y en forma progresiva, si bien puede haber una mejoría desde la primera sesión, lo usual es desde la tercera, dado que se atienden los cuerpos en el siguiente orden:
• Cuerpo Físico
• Cuerpo Emocional o Astral
• Cuerpo Mental
• Cuerpo Espiritual o causal.
Es por ello que un tratamiento cuenta como mínimo de 4 sesiones, una por cada cuerpo, siendo ideal realizarlas durante cuatro días seguidos, o en todo caso, no pudiendo separarse la segunda sesión (Cuerpo Emocional) de la tercera sesión (cuerpo mental), por más de 24 horas. En casos de dolores crónicos o dolencias, se puede aumentar la cantidad de sesiones.
La continuidad de las sesiones permite que el cuerpo físico se equilibre. Pero también es posible tomar una o dos sesiones de Reiki durante algún viaje o momentos muy críticos de nuestra vida. La energía de reiki nos brinda una pausa en todos los planos, de manera absolutamente refrescante, ya que nos vigoriza y nos devuelve el deseo de continuar.
Si bien es importante tomar mas sesiones que las cuatro indicadas (una por cada cuerpo), esta formulación tiene mas que ver con nuestro estilo de vida, pero si es posible, es importante hacer un número mayor de sesiones, y darnos tiempo a equilibrarnos.
Las sesiones realizan cambios paso a paso, requiere de tiempo y dedicación, en donde la salud de cada uno debe ser vista desde un punto de vista integral.
Una menor cantidad de sesiones aporta solamente una relajación profunda y estabilidad momentánea, en cambio, los tratamiento mas prolongados (como el de las cuatro sesiones), otorga un re-equilibrio general físico, emocional, mental y espiritual.
Cuando se aplica Reiki, la energía fluye directamente a la causa del problema, incluso aunque conscientemente nuestras manos se encuentren en otra parte del cuerpo.
Utilizar el Reiki para propósitos negativos constituye una pérdida de tiempo, porque simplemente no funcionará.
El Reiki puede ser entendido como un Canal de Amor Incondicional.
El Reiki no causa daño, porque trabaja de acuerdo con la capacidad del receptor, promoviendo un equilibrio en la energía del mismo. Por ejemplo, si alguien pide que se le realice un tratamiento sobre el hígado, la persona puede inicialmente no experimentar efecto alguno sobre el mismo, pero notará un cambio profundo en relación a su capacidad de manejar situaciones que en el pasado pudieron causarle irritación, enojo y hasta ira, promoviendo un mayor entendimiento de sí misma y también de los demás (sin juzgarlos). El Reiki siempre fluirá hacia la causa del problema.
Se puede comparar el aprendizaje del Reiki con manejar una bicicleta, cualquier persona puede hacerlo sin importar sus antecedentes, creencias o forma de vida.
Todo lo que se necesita para activar el flujo de Reiki es, la Intención.
Una persona que ha sido sintonizada o iniciada en Reiki, no pierde su capacidad de hacerlo en el tiempo, es decir, la facultad de armonizar permanece en el iniciado y podrá hacer uso de esta facultad cuando así lo requiera.
A diferencia de otros sistemas, el hacer Reiki no disminuye tu energía, debido a que esta fluye a través de ti y no desde ti. Al fluir por tu cuerpo, también te beneficiarás de ello, pero queda claro que “no es tu energía la que fluye”.
El Reiki es adaptable a cualquier religión o sistema de creencia espiritual, aun en la ausencia de creencias religiosas.
Cada persona tiene el Reiki dentro de sí. El proceso de sintonía, simplemente activa esta facultad despertando esa capacidad que se encontraba dormida en la persona. La iniciación es una forma más de hacer que la persona se dé cuenta de algo que había olvidado, pero que le pertenece como a todos los seres y que puede utilizarlo.
El Reiki a su vez promueve un desarrollo trascendente en la persona, puesto que al canalizar esta energía de vida, vas purificándote a todo nivel, armonizando de esta manera todo tu ser.
El Reiki es comúnmente utilizado para equilibrar y sanar los distintos aspectos y en forma progresiva, si bien puede haber una mejoría desde la primera sesión, lo usual es desde la tercera, dado que se atienden los cuerpos en el siguiente orden:
• Cuerpo Físico
• Cuerpo Emocional o Astral
• Cuerpo Mental
• Cuerpo Espiritual o causal.
Es por ello que un tratamiento cuenta como mínimo de 4 sesiones, una por cada cuerpo, siendo ideal realizarlas durante cuatro días seguidos, o en todo caso, no pudiendo separarse la segunda sesión (Cuerpo Emocional) de la tercera sesión (cuerpo mental), por más de 24 horas. En casos de dolores crónicos o dolencias, se puede aumentar la cantidad de sesiones.
La continuidad de las sesiones permite que el cuerpo físico se equilibre. Pero también es posible tomar una o dos sesiones de Reiki durante algún viaje o momentos muy críticos de nuestra vida. La energía de reiki nos brinda una pausa en todos los planos, de manera absolutamente refrescante, ya que nos vigoriza y nos devuelve el deseo de continuar.
Si bien es importante tomar mas sesiones que las cuatro indicadas (una por cada cuerpo), esta formulación tiene mas que ver con nuestro estilo de vida, pero si es posible, es importante hacer un número mayor de sesiones, y darnos tiempo a equilibrarnos.
Las sesiones realizan cambios paso a paso, requiere de tiempo y dedicación, en donde la salud de cada uno debe ser vista desde un punto de vista integral.
Una menor cantidad de sesiones aporta solamente una relajación profunda y estabilidad momentánea, en cambio, los tratamiento mas prolongados (como el de las cuatro sesiones), otorga un re-equilibrio general físico, emocional, mental y espiritual.
Cuando se aplica Reiki, la energía fluye directamente a la causa del problema, incluso aunque conscientemente nuestras manos se encuentren en otra parte del cuerpo.
Utilizar el Reiki para propósitos negativos constituye una pérdida de tiempo, porque simplemente no funcionará.
El Reiki puede ser entendido como un Canal de Amor Incondicional.
El Reiki no causa daño, porque trabaja de acuerdo con la capacidad del receptor, promoviendo un equilibrio en la energía del mismo. Por ejemplo, si alguien pide que se le realice un tratamiento sobre el hígado, la persona puede inicialmente no experimentar efecto alguno sobre el mismo, pero notará un cambio profundo en relación a su capacidad de manejar situaciones que en el pasado pudieron causarle irritación, enojo y hasta ira, promoviendo un mayor entendimiento de sí misma y también de los demás (sin juzgarlos). El Reiki siempre fluirá hacia la causa del problema.
Fuente:
Manual de Mastros 2008 - Oberá Misiones
Virginia Merlo- Master Reiki
Haydee Obregón “Quita” - Master Reiki
Malena Giménez - Master Reiki
Maria Rosa Reta - Master Reiki
Karen Rita Ryberg – Master Reiki
Florencia Morgillo - Master Reiki
Lilian Margarita B. Peña - Master Reiki
Rubén Aníbal Dieminger - Master Reiki
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